Una IA (inteligencia artificial) es un algoritmo que simula la capacidad de pensamiento abstracto, creativo y deductivo del ser humano. Además, puede contar con la capacidad de aprender de su experiencia utilizando la lógica digital y binaria de los ordenadores.
En combinación con otras tecnologías, como sensores de IoT, las IA son capaces de interpretar el mundo que les rodea y ofrecer respuestas con base en los datos. Se trata de una tecnología en continuo crecimiento y que es tendencia en casi todas las áreas de nuestra vida.
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En este artículo conocerás cómo el aprendizaje supervisado impulsa a los asistentes virtuales, transformando las experiencias diarias.
La IA se puede clasificar de forma básica en cuatro tipos.
Las más sencillas son las máquinas reactivas, aquellas que únicamente responden en base a predicciones establecidas según una pregunta o requerimiento.
Las siguientes son las inteligencias de memoria limitada, que tienen memoria y pueden crear nuevos patrones, respuestas y anticiparse con base en la experiencia.
Las máquinas de la teoría de la mente son más sofisticadas, porque pueden aprender del entorno y del comportamiento, tomar decisiones según su análisis de dicho aprendizaje.
El último nivel son las IA autoconscientes, estas aún no existen, pero, serían aquellas máquinas conscientes de sí mismas y capaces de tomar sus propias decisiones.
La principal diferencia entre un programa informático y una IA, es que mientras que un programa tiene todas las respuestas posibles ya preestablecidas, la IA aprende con el transcurso del tiempo y su uso, y puede decidir actuar en función de diferentes factores y elegir la mejor respuesta para cada ocasión.
La inteligencia artificial en el ámbito de la salud, actualmente ya se está utilizando para tareas tan importantes como detección temprana del Alzheimer, la detección del cáncer o la elaboración del tratamiento más adecuado para cada paciente.
En nuestro día a día tenemos ejemplos de IA continuamente, incluso sin darnos cuenta: chatbots en internet, asistentes virtuales, cámaras de los smartphones, el contenido que nos muestran las redes sociales, procesadores de texto, nuestro correo o las recomendaciones musicales de plataformas como Spotify.
En el sector empresarial la IA también está muy extendida. Algunos ejemplos de inteligencia artificial en empresas son: los digital twins (gemelos digitales), la publicidad dirigida en redes sociales, la optimización de recursos, cadenas de suministro inteligentes o la recolección de cosechas en el momento más óptimo.
En este contenido te dejamos otros 25 ejemplos de IA que ya se están usando en lo cotidiano y en lo empresarial.
Inteligencia artificial y machine learning van de la mano, ya que el ML dota a la IA de la capacidad de aprender y mejorar más allá de las reglas preestablecidas. El machine learning utiliza técnicas estadísticas para la programación de algoritmos capaces de aprender a realizar tareas.
Gracias a esto, aplicaciones de la IA como el computer vision (visión por computadora) como el reconocimiento facial o el natural language processing (capacidad para reconocer el lenguaje humano o procesamiento del lenguaje natural) mejoran continuamente con su propio funcionamiento.
El natural language processing es la capacidad de las máquinas y software para entender el lenguaje humano.
Algunas de estas funciones son, por ejemplo, recopilar información de textos y noticias o la capacidad para dar respuestas a preguntas.
El PNL permite a las IAs entender más allá de la propia semántica de las palabras, siendo capaces de captar el sentido de un texto o un determinado razonamiento.
Dentro de esta capacidad también se encuentra el reconocimiento de voz: es la técnica de la inteligencia artificial que se
enfoca en la interpretación de la voz humana para reconocer palabras y
frases específicas.
Las redes neuronales son un método de IA y ML o deep learning que enseña a las máquinas a procesar datos de una manera inspirada en cómo lo hace el cerebro humano. Utilizando un sistema de nodos o capas parecido a las neuronas, la máquina puede aprender de errores y mejorar su comprensión.
Las redes neuronales dotan a la inteligencia artificial de la capacidad de relacionar información no lineal y datos complejos, induciendo generalizaciones, extrayendo conclusiones, revelando patrones y creando sistemas de aprendizaje autónomos.
Integrar la IA en una empresa puede ser una tarea complicada si no se tienen los conocimientos y la experiencia necesaria. Sin embargo, una vez integrada, las áreas beneficiadas son muchas y la mejora es exponencial, es un actor vital para llevar a cabo una transformación digital con éxito
La IA puede ayudar a mejorar los flujos de trabajo, mejorar la experiencia de cliente o reducir los riesgos empresariales.
La IA puede llegar incluso reinventar la empresa convirtiéndola en una empresa cognitiva. Esto se consigue con el establecimiento de una estrategia que priorice los datos, procedentes de fuentes tanto internas como externas, e integrándolos en la estrategia empresarial. Se puede aprovechar toda esa información para mejorar todas las áreas de la compañía, mejorando notablemente la toma de decisiones.
Muchas de las plataformas de las que pueden hacer uso las empresas en su beneficio usan IA junto con la minería de datos, big data o ciencia de datos.
Es el caso de Google Ads. Google e inteligencia artificial trabajan juntos para mejorar las ventas y aumentar el tráfico a través de sus anuncios personalizados.
La IA cumple una función fundamental en la automatización de procesos. Te lo contamos todo en este artículo sobre automatización industrial.
Los datos son, por tanto, una herramienta fundamental a la hora de resolver problemas complejos y tomar decisiones empresariales.
Uno de los usos de la inteligencia artificial es la ayuda en la gestión de grandes cantidades de datos, como por ejemplo en un lago de datos. Aprende más con estos contenidos:
La inteligencia artificial ha interesado a hombres y mujeres desde hace décadas e incluso siglos. Prueba de ello son la gran cantidad de obras de ciencia ficción sobre esta temática que existen.
La inteligencia artificial en películas aparece prácticamente desde los inicios del cine y los libros que abordan esta temática son incontables. Además, en los últimos tiempos aparecen gran cantidad de series sobre inteligencia artificial.
Otro síntoma de que la IA es una rama cuyo potencial no hemos hecho nada más que empezar a explorar, es la gran cantidad de estudios sobre esta materia que inundan universidades y plataformas online.
Los cursos y máster sobre inteligencia artificial han proliferado mucho en los últimos años, lo que hará cada vez más estudiantes, mejor preparados y más especializados profundicen y mejoren esta tecnología.
Por ello, esta tecnología cada vez se irá incorporando a más y más ámbitos de nuestra vida cotidiana y profesional para mejorar todos los aspectos de nuestra sociedad.
La propiedad intelectual se refiere a los derechos legales que protegen las creaciones de la mente humana, como las invenciones, los diseños, las obras literarias y artísticas, y las marcas comerciales. Puede ser protegida por leyes de derechos de autor, patentes, marcas comerciales, y secretos comerciales.
En el contexto de la inteligencia artificial, la propiedad intelectual se vuelve cada vez más importante debido a la creciente capacidad de los sistemas de IA para crear y desarrollar nuevas ideas y tecnologías. Por ejemplo, una empresa de IA puede desarrollar un algoritmo innovador que mejora la eficiencia de una tarea particular. En este caso, la empresa puede buscar proteger su algoritmo mediante patentes o secretos comerciales para evitar que otros lo copien.
En el caso de los derechos de autor de los trabajos generados por los sistemas de IA, un sistema de IA puede crear una obra original, como una obra de arte, como una pieza musical.
En estos casos, la pregunta de quién posee los derechos de autor de la obra se vuelve complicada, ya que no está claro si la obra es propiedad de la empresa que desarrolló el sistema de IA o del propio sistema de IA.
La propiedad intelectual en la IA es un tema en evolución y es probable que se convierta en un área de mayor atención en los próximos años. Las empresas que trabajan en la IA deben tener en cuenta estos problemas y tomar medidas para proteger adecuadamente sus derechos de propiedad intelectual.
La inteligencia artificial ha evolucionado mucho en los últimos años, sin embargo, todavía está lejos, según la mayoría de expertos, de tener la suficiente autónoma y capacidad de aprender lo suficiente como para causar daño a los humanos. Por ello, hablamos, debe que debe existir una ética que se preocupe por las cuestiones de la IA y ayude a la elaboración de leyes.
Aun así, la Unión Europea ha elaborado una serie de leyes que todavía debe ser aprobadas por la Comisión Europea, cuyo fin es frenar el posible impacto negativo de estas tecnologías en nuestra sociedad. En resumen, las leyes propuestas son las siguientes:
Interruptor de emergencia
Todos los robots e inteligencias artificiales deberán contar con un botón de emergencia para poder desconectarlo en caso de peligro o riesgo para los seres humanos.
Los robots no podrán hacer daño a las personas
Esta ley está asada en una de las leyes de Asimov, y que se ha completado por parte de la Unión Europea. Los robots creados no podrán tener como fin directamente dañar a los seres humanos.
No podrán generarse relaciones emocionales entre robots y humanos
La Unión Europea prohibirá, según esta propuesta de ley, la creación de IAs que permitan la aparición de cualquier relación emocional en los robots.
Seguros para los robots
Los robots más grandes o con más posibilidades de causar daños considerables deberán estar asegurados para garantizar los posibles efectos adversos causados por estos.
Derechos y obligaciones de los robots
Los robots deberán tener un nombre jurídico que por el momento parece que será personas electrónicas.
Esto implica la existencia de derechos y obligaciones para los robots, y, por lo tanto, la existencia de responsabilidades, tanto para el robot, como para sus creadores y propietarios.
Pagar impuestos
Los robots tendrán la obligación de pagar impuestos que se utilizarán principalmente para reducir el impacto de estos en el mercado de trabajo, es decir, irán destinados sobre todo a ayudar desempleados y empresas para mantener a trabajadores, cuyo puesto de trabajo peligra por la aparición de los robots.
La UNESCO también ha llegado a varios acuerdos y deliberaciones basados en dos premisas que necesita nuestra sociedad:
Hemos reunido una lista con algunos de los más importantes expertos en inteligencia artificial en castellano que tienes que conocer.
Asunción Gómez: catedrática de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, Vicerrectora de Investigación, Innovación y Doctorado en la Universidad Politécnica de Madrid. Cuenta con más de 300 publicaciones relacionadas con la IA e incluso es miembro del Consejo Asesor de Inteligencia Artificial constituido por el Gobierno de España.
Ramón López de Mántaras: Profesor investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director del Instituto de Investigación de inteligencia artificial (IIIA), coganador de cinco premios a la mejor ponencia en congresos internacionales, entre otros muchos méritos relacionados con la investigación en IA.
José Manuel de la Chica: CTO Santander Universidades y Universia Holding (Grupo Santander) y experto en Tecnologías Emergentes aplicadas a sectores tradicionales y en Transformación Digital de las organizaciones combinando la transformación IT.
Nerea Luis: Doctora en Ciencias en la Computación asociada en IA e ingeniera. Forma parte del equipo de Inteligencia Artificial en SNGULAR y destaca como divulgadora en IA.
Eduardo Mosqueira Rey: Profesor Titular de Universidad en Informática en la Universidade da Coruña. Investigador en Inteligencia Artificial, Aprendizaje Automático y Computación Cuántica.
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