El deep neuroevolution es crucial porque combina la potencia de las redes neuronales profundas y los algoritmos evolutivos para optimizar soluciones complejas. Inspirado en procesos biológicos, crea poblaciones, evalúa y selecciona a los más aptos, asegurando la reproducción de los mejores genes.
Este enfoque permite que los algoritmos genéticos optimicen redes neuronales sin la necesidad de gradientes, superando las limitaciones del gradient descent, que ajusta pesos a través de pequeños pasos en la dirección de menor error, como una persona descendiendo una montaña en la niebla.
Además, mediante policy gradients, las redes neuronales pueden aprender y mejorar sus acciones basadas en recompensas del entorno, perfeccionando sus modelos generación tras generación.