Nuestro país ya ha vuelto a abrir casi todas sus actividades. No obstante, en la “nueva normalidad” se distará mucho de la normalidad que conocíamos hasta este momento: ya no van a existir las reuniones multitudinarias, espacios de entretenimiento, espectáculos etc.
La prevención de la salud va a ser la nueva norma. No obstante, todo dependerá de la cantidad de nuevos casos que haya en cada municipio. Definitivamente, lo que se consideraba “normal” hace unos meses, va a cambiar mucho en los próximos meses.
La tecnología para minimizar el contacto humano en la nueva normalidad
Lo cierto es que la tecnología que permita minimizar el contacto humano, a partir de ahora, será la norma. La atención al cliente que usa la inteligencia artificial, chatbots, robots que cargan con las compras que realizas, etc.
Un ejemplo es el programa piloto que Rappi está implementando en Colombia. En este caso, se trata de pequeños vehículos autónomos que recorren distancias cortas entre los restaurantes y realizan las entregas en la puerta de tu casa. Este robot funciona bajo los mismos principios de un vehículo tipo rover, que recorre la luna o marte.
Lo cierto es que durante las últimas semanas, el comercio online ha crecido exponencialmente, consolidándose como una nueva forma de comprar.
Un estudio llevado a cabo en más de 23 mil compañías en el mundo por Zendesk indica que hoy los chatbots son una primera necesidad para la atención al cliente.
No en vano, desde fines de febrero hasta la última semana de abril, las soluciones de Answer Bot crecieron más de 90 por ciento. No obstante, este tipo de soluciones no se limitan a los smartphones, en China algunos robots ya ofrecen información básica a los viajeros, evitando tener que interactuar con otras personas.
En el Aeropuerto Internacional de Shenzhen esta tecnología se usa no sólo para atender las dudas de los pasajeros, sino que tiene su aplicación en policías armados que ayudan con las tareas de vigilancia.
La inteligencia artificial ha llegado para quedarse en la nueva normalidad
Sin duda alguna la inteligencia artificial comienza a llegar a lo cotidiano, un ejemplo de ellos es el perro robot de Boston Dynamics que pueden hacer labores de perro policía, ovejero o incluso cargar las compras de los supermercados.
Robodog K9 ha sido probado con éxito en Estados Unidos, Nueva Zelanda y Tailandia. En España, donde también se ha relajado el confinamiento, algunos restaurantes utilizan brazos robóticos que sirven la cerveza a los clientes, sin la necesidad de tener contacto con otro humano.
En Japón desde hace un tiempo es cada vez más común ver a androides repartiendo comida en restaurantes de sushi o cafeterías, lo que permite tener un mayor control de sanidad en el sector de los servicios. Aunque cabe destacar que estas máquinas siguen siendo controladas por humanos a distancia.
Toda esta proliferación de la inteligencia artificial en las actividades que tradicionalmente llevaban a cabo humanos no va a significar que haya menos trabajo y/o ingresos.
La inteligencia artificial no pretende reducir los puestos de trabajo
Con la automatización y aprendizaje automático, en realidad no se está intentando reemplazar a las personas, sino que lo que se intenta es eliminar el trabajo duro pudiéndose concentrar en los problemas más complejos.
Además de esto, se está convirtiendo en un factor clave, para poder ofrecer servicios, con un extra de seguridad para el consumidor, ya que reduce el contacto entre los empleados y el cliente.
Ahí es justamente donde los humanos siguen siendo mejores que las máquinas: los humanos tenemos empatía. Es decir, tenemos paciencia, amabilidad y espíritu de colaboración para identificar y solucionar temas sensibles.
